Asi denominó Churchill al tomo de sus memorias en que describía como se aproximaba la hegemonía del tercer reich ante la indiferencia de la clase gobernante británica y europea.
Asi nos sentimos muchos en las vísperas del 23 de octubre. Y en mi caso particular no hay ningún interés material particular que sea afectado por el triunfo del peronismo K.
Sólo me angustia la posibilidad de que este peronismo K sea el retorno definitivo hacia los peores aspectos del peronismo.
Déjeme explicarme, no soy antiperonista. En mas de una forma admiro al peronismo, por su capacidad de interpretar las necesidades de la gente, por la capacidad de contener y encauzar, muchas veces, la protesta social. El antiperonismo cerril como calificativo y como política me parece una muestra de intolerancia e imbecilidad.
Pero este peronismo K nos retrotrae a lo peor del peronismo, su matiz intolerante, su faceta autoritaria, su adueñamiento de la verdad.
Y lo que hasta acá hemos visto del kirchnerismo es solo un botón de muestra de loq ue vendrá. Aupados en esta circunstancia económica excepcional y con la bendición de las urnas, ya no tendrán límite. La mezcla del patoterismo tribunero de Moreno con la fría venganza de los Blaustein, Verbitsky y afines será asfixiante e insoportable.
Espero sinceramente equivocarme. Espero poder pedir perdón. Será mucho mas tolerable que la opresión.
By the way, sepa el pueblo votar. Al menos a sus diputados y senadores.
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