jueves, julio 11, 2019

Endorsement 2019. A quien votamos y porque. Lo que ustedes esperaban para tomar una decisión, no?

Yo se que ustedes estaban pendientes de estas palabras. 

No será ninguna sorpresa decir que votaremos, una vez mas a Mauricio Macri, a Vidal y con seguridad a Marcos Hilding Ohlsson en San Isidro, pero esto último es harina de otro costal.

Porque votaré a Juntos x el Cambio?

Muy simple, a excepción de su pobre gestión económica, bien orientada hacia los principios de una economía de mercado, pero pesimamentre ejecutada, sin plan y sin idea conductora, me identifico con muchas otras de sus políticas como la inserción en el mundo, el nadar con habilidad en este multilateralismo del siglo XXI, una política racional de seguridad, ingentes aportes en obras para el desarrollo económico y el bienestar general y la clara identificación con las formas republicanas de gobierno que impone nuestra Constitución. 

Seamos sinceros, en un país normal, un gobierno con la performance económica que ha tenido este no tendría la más mínima chance de ser reelegido. Acá la perspectiva de que vuelva el kirchnerismo en su variante Fe-Fe es lo que mantiene a Cambiemos con vida.

Agrego algo, la coalición PRO+UCR+CC+Pichetismo ofrece algo que el Kirchnerismo no ha podido ofrecer desde 2012 en adelante y es una visión de futuro. La de Juntos x el Cambio, borrosa y poco definida, ofrece un camino de modernidad y respeto institucional, es una visión del futuro al fin y al cabo. 

El Kernerismo solo te ofrece volver a los ineficientes dogmas industrialistas proteccionistas de las décadas del 30/40, una vuelta a una pretendida fiesta de consumo, mas parcelamiento del Estado en manos de mafias sindicales, una demodé propuesta antiimperialista y mucho, pero mucho rencor, contra periodistas, el resto de los políticos no alineados con ellos, empresarios, el campo, la clase media, etc. O sea, el panorama económico actual con el agregado de vindicta pública. Para enamorar, eh.

Lo de Lavagna es absolutamente inconsistente, además de estar basado en la peregrina idea de un salvador providencial. Cosa que Lavagna no es ni tiene volumen político para erigirse como tal.

La alternativa de Espert, con quien coincido en términos económicos, es una muestra de improvisación y chapucería electoral, con el agravante que puede restarle pocos, pero muy necesarios, votos por derecha a Macri. Votos que solo serán testimoniales para Espert, sin ningún otro uso eficaz

Entiendo a los desencantados por Macri, ya sea por lo económico o por su inútil agenda de género, pero si su desencanto es grande, piensen cuan inmenso será el mismo, si el 10 de diciembre nos encontramos con Albertítere en la Rosada y saludando desde el balcón junto a la Familia Real de The House of Calafate. 

La opción de Gómez Centurión, a su vez, con todo el respeto que se merece por su condición de valiente combatiente de Malvinas es también inconsistente, pues no se puede basar una propuesta electoral para un país de 44 millones de habitantes, con ingentes problemas socio-económicos, en un referéndum sobre el aborto. Otros votos que solo tendrían destino de testimoniales y cuyo resultado práctico será la reentronización K en el Gobierno

Con respecto a la candidatura K, los Fe-Fe mas Massa, en primer lugar son portadores insanos de una pésima ideología populista que consiste en repartir lo que tenemos hoy -que ya es poco- para pagarlo mañana o pasado, no solo en términos contantes y sonantes sino tambien en atrasos evidentes en desarrollo, educación e integración social. Agreguenlé a eso la implementación de la Venganza 2.0, con los Verbitskys de turno y la nueva impunidad que gozaran CFK, De Vido, Boudou, etc., etc. El paraíso. 

Un párrafo aparte merece la designación de Alberto Fernández como candidato a presidente por parte de su ahora candidata a vice presidente. Una hábil jugada por parte de Cristina, que no suele pegarla en materia electoral, pero cuya sorpresa ya luce como agotada. Alberto es un político sagaz,  no lo vamos a negar, sus declaraciones mientras duró su ostracismo kirchnerista, sobre el Memo, la economía, la política, etc., son racionales e inteligentes.

Ahora, subido al ring, y con Cristina en el banquito se ve obligado a repetir el dogma K,  aunque no puede dejar de incurrir en severas contradicciones entre su antiguo pensamiento y el relato que actualmente debe sostener.

Si Cristina no estuviera atrás de él obviamente no tendría la cantidad de votos que tiene pero sí sería un candidato más que interesante si su verdadero pensamiento y acción fuera lo que expuso desde 2008 hasta 2015. Quienes apuesten a un comportamiento racional del peronismo de Alberto+Massa sin tener en cuenta al kernerismo fundamentalista, son un poco ingenuos.

No creo necesario siquiera referirme a la confrontación Vidal vs Kicilof en PBA. Contrastar el esfuerzo ciclópeo que realiza esa administración en esta Provincia inviable contra una posible gestión de poco exitoso Kicilof y la banda de Máximo K, ansiosa por hacerse de los recursos del estado provincial, tal como quisieron hacerlo en 2015 via Aníbal, no admite punto de comparación. 

Tengo aun muchas dudas si Macri & Co. saben como continuar y mas aún dudo de su voluntad  política -que es bastante superior a la que le asignabamos en 2015- para lograr hacer converger a las distintas fracciones mayoritarias hacia la necesidad de promulgar las reformas que la economía precisa. Confío en que nuestro ingreso al acuerdo Mercosur-UE suministre un incentivo para el muy necesario proceso de reformas que detenga nuestro inexorable rumbo hacia el inviable Estado de Malestar que nos proponen una y otra vez los populistas.

Creo que es necesario volver a derrotar una vez mas a esta malformación peronista que es el kirchnerismo, para que este se rehaga en un partido democrático y normalice el sistema político. 

Tambien le pido a la eventual nueva administración de Macri que no vuelva a malgastar la oportunidad para encarrilar el país, como medio que hcicmos estos cuatro últimos años.  


Por último, vuelvo a rogarle encarecidamente a los votantes de Espert y Gómez Centurión, comprendiendo una frustración que comparto, que voten estratégicamente. En un sistema democrático tienen posibilidades de surgir en el futuro, si, en cambio, votan visceralmente, con el corazón y con la frustración, solo lograran que volvamos a otro impredecible experimento pero-kirchnerista con el peligro de reforma socio-política que termine liquidando la república y la libertad.


Como siempre, confiamos en la voluntad popular y exhortamos a que el pueblo sepa votar, como nos enseñó Roque Saénz Peña, pero que sepa bien que votar, que si bien venimos votando bastante razonablemente bien desde 2013, nuestro historial anterior no es tan halagüeño. 


Sepa el pueblo votar!!!






domingo, junio 30, 2019

Elecciones. Una reflexiones previas.

Bueno, llegamos al 2019. Como diría Balbín, llegamos con muletas.

No quiero extenderme mucho, pero el gobierno de Cambiemos, ha sido bastante decepcionante. Si bien no abrigaba gran optimismo, al menos esperaba cierto profesionalismo en la gestión del gobierno. 

El PRO, como partido nuevo, tiene poca profundidad conceptual, no alcanzan a tener una idea redonda del Estado y ha sido tanto el esfuerzo que han hecho para ubicarse en el mainstream politico argentino, de por si bastante berreta, que se suben a cualquier bondi que indique "Modernidad", aunque esta sea falsa e ilusoria.

Yo era de los que creía que la deuda que se iba empezar a tomar tras salida del default, iba ayudar a la transición post arreglo con los "fondos buitres", mientras se debatían las reformas de fondo que permitirían la llegada de nuevas inversiones que revitalizara la vida económica del país. Sabemos que no sucedió así, la reformas ni se discutieron, se bajaron apenas y muy inicialmente los impuestos para luego subirlos, gran parte del dinero de esa deuda nueva fue a pagar gastos corrientes y otra parte se ha plasmado en nuevas obras de infraestructura, muy necesarias por cierto.

Desde un primer momento se observó que no todas las medidas económicas eran parte de un plan económico coherente y consistente. 2016 y 2017 fueron años donde pareció que cada ministro tenía su partitura, pero faltaba un director de orquesta. 

Esa falencia parece haber sido subsanada con la entronización de Nicolás Dujovne como ministro de economía y su mejor relación con el nuevo presidente del banco central, Guido Sandleris. Pero eso coincidió con el agotamiento del financiamiento externo y una nueva recurrencia al Fondo Monetario Internacional, con el consiguiente inevitable plan de ajuste, posiblemente mucho más riguroso y doloroso que lo que hubiera sido un ajuste inicial post victoria electoral en 2015.

Así las cosas llegamos a un nuevo turno electoral para elegir el presidente, habiendo pasado por otro evento electoral en 2017, muy exitoso para el gobierno, pero que poco alteró las correlación de fuerzas en ambas cámaras del Congreso.

Lo que se vislumbra ahora para estas elecciones que la polarización se empieza a comer al tercio no agrietado, que aún no logra aglutinarse bajo ningún liderazgo y adquirir al menos,  potencialidad para pelear con chances por un lugar en el ballotage. 

Dentro de esa fracción, con muy poca relevancia electoral hasta ahora, surge el fenómeno de las candidaturas de economistas liberales de escaso nivel electoral que más que nada, amenazan con restarle algún que otro voto en primera vuelta al oficialismo. Con toda la simpatía con que me  identifico con sus ideas económicas que tengo por ellos, principalmente por José Luis Espert, me parece ver reflejado en ellos el infantil espíritu que animo a la UCD en sus primeros escarceos electorales donde despreciaron la movilización física y emocional del electorado, creyendo que solo con sus buenas ideas se iban a ganar el favor popular. 

Seamos sinceros, en un país normal, un gobierno con la performance económica que ha tenido este no tendría la más mínima chance de ser reelegido. Acá la perspectiva de que vuelva el kirchnerismo o una variante lavada del peronismo, que al final se termina uniendo todo, es lo que mantiene a Cambiemos con vida. 

Si una cosa decepciona del desempeño y la actitud de Cambiemos es esa mala costumbre de solo transmitir buenas ondas y mandar los problemas bajo la alfombra, Subordinando la mismísima gestión a al marketing político. No soy tan ingenuo como para suponer que el electorado esté absolutamente preparado para que se le diga de frente que hay que encarar un ajuste. 

Éstas cosas hay que prepararlas hay que manejarlas, hay que decantarlas en el tiempo porque si no la sociedad estallaría en 1000 pedazos. Me indigna que no se atrevan a plantear los grandes temas, sabiendo que no le van a salir necesariamente de primera, pero sí que deben hacer un trabajo de concientización de la sociedad primero para que la opinión pública los apoye y a su vez condicione a la oposición a pagar un alto precio político por oponerse a esas medidas. Tal es el caso de la promulgación del decreto de extinción de dominio, si bien observable alguna que otra falencia legal, incomoda muchísimo a la oposición, A la cual el asunto no le gusta nada, pero se da cuenta de que no tiene demasiadas armas para rebatirlo para derogarlo sin pagar un alto costo político.

Pero eso no es un cheque en blanco para dedicarnos exclusivamente al marketing, hay que hacer las cosas que se deben hacer pero para eso hay que tener una idea y un plan y muchas veces los mismos votantes de Cambiemos nos preguntamos si existe primero la idea, y luego el plan. A fuer de ser sincero, yo mucho no he visto eso.