La Parábola del Hijo Pródigo debería ser conocida como la del Padre
Misericordioso, pues en la misma se rescata la actitud del Padre en celebrar la
vuelta del hijo que egoístamente se aleja del hogar, para volver cansado a la
casita de sus viejos.
Siempre que leemos o recordamos dicha parábola, nuestra primera reacción es
tomar partido por el hijo mayor, que se quedó, se la bancó y es el que labura.
Pocas veces se nos explica, que las parábolas solían ser relatos breves con
un sólo asunto a resolver. En este la "injusticia" con el hijo mayor
es ignorada en beneficio de resaltar la bondad del padre misericordioso.
Pensé mucho en esto cuando vi las imágenes de CFK y su banda de La Cámpora
visitando al Papa Francisco. Me indigné, pero después creí comprender que el
gesto papal fue mas una muestra del padre misericordioso que se alegra que un
hijo descarriado vuelve al redil que un aval a la conducta de esos hijos.
Aún asi no puedo evita un pequeño dejo de desconformidad de mi parte, por ver que esos cultores
del resentimiento compulsivo no arrepentidos como son los Larroque, Ottavis, De
Pedros y Reibels, tratar, junto con CFK de sacar descaradamente provecho
político de tal encuentro.
Pero quedémonos mejor con esa imagen de alegría del padre misericordioso que
recibe a estos desorientados y que con su actitud, de perdón hacia sus
diatribas de hasta hace 18 meses, estos chicos se vuelvan un poco mejores de lo que
son.
Lo que nadie te cuenta en la Biblia es el después de la bienvenida al Hijo
Pródigo. Si este se puso las pilas o siguió siendo el mismo petardo irreversible de antes y si el Padre se arrepintió o no de su bondadosa actitud.
Acá si veremos si la Hija Pródiga y su banda se arrepienten de algo, aunque me permito dudarlo.
Acá si veremos si la Hija Pródiga y su banda se arrepienten de algo, aunque me permito dudarlo.
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