Como alguno de los esporádicos lectores de este blog sabrá, la cuestión Malvinas es un tema de recurrente preocupación, más aún a la vista de la Política Exterior de nuestro gobierno, si es que ESO amerita así ser llamada.
Antes de hablar desearía decir unas palabras y dejar sentado una vez mas, que este Blog opina que las Islas Malvinas son argentinas. Pero como siempre digo, lamentablemente están los ingleses y vivimos en el siglo XXI.
El tema que nos ocupa ahora es el famoso referéndum recientemente finalizado, con una previsible y abrumadora mayoría del 99,8%, a favor. El referéndum es ciertamente ilegal. Ahora bien, el mismo tiene un lectura política que no nos favorece. Esa lectura es "los argentinos quieren expulsar a 2000 pobres isleños". Y mas aún en los tiempos que corren, donde cada día, manipuladamente o no, los argumentos humanos/ humanitarios pesan mas que los de soberanía. A esto se ha referido recientemente Tokatlian.
Ahora, quiero señalar una cosa. Este referéndum , por si no se percataron y a mi humilde juicio, es una respuesta a nuestro frenesí discursivo anti británico y anti-isleño. No será gritándole que llevaremos a los británicos a la mesa de negociación, ni tampoco los tipos se amedrentaran por declaraciones colectivas de la Unasur, Latinoamérica, los hinchas de Sacachispas o los No-Alineados. No digo que esos apoyos sean inútiles y menos aún despreciables, tan solo que están sobreestimados. A la hora de la verdad es Argentina frente al Reino Unido. Y nos sacan el banquito. Y tampoco creo que la pérfida Albión, pese al triunfalismo imperante en estas playas, se halle próxima a sucumbir en el marasmo europeo, como piensa nuestra Primera Mandataria.
Es mas creo que nuestra agitación discursiva le da excelentes argumentos al bueno de Cameron para entretener a su electorado (igual que aquí) y de paso, nos mete el tema del referéndum que ilegal o no (¿quien juzgaría esa presunta ilegalidad?) a la larga sienta un precedente que importante o no, es en contra nuestra.
Si persistimos en esa actitud declamatoria y buillanguera habremos hecho el mayor daño a la causa Malvinas desde 1982. O sea, galtierismo de baja intensidad, afortunadamente incruento, pero negativo -no tanto como aquel- para nuestros intereses.
Si persistimos en esa actitud declamatoria y buillanguera habremos hecho el mayor daño a la causa Malvinas desde 1982. O sea, galtierismo de baja intensidad, afortunadamente incruento, pero negativo -no tanto como aquel- para nuestros intereses.
Alguno preguntará "¿Como llevamos a los británicos a negociar?". No lo sé, hermano. Yo empezaría por no insultar a los isleños -tampoco invitarlos a una mesa de negociaciones-, escucharlos y dialogar con ellos. No creo que los ingleses se sienten a dialogar sino es con una aceptación tácita de los isleños. Está en nosotros exprimir nuestra imaginación (si, Timerman, si) para explorar esos caminos. Tendremos que ver no sólo derechos de los habitantes sino también la cuestión de los recursos y su explotación. Ya hable de eso en un post anterior.
Finalizo, reiterando lo que afirme en mi anterior post: esta campaña por Malvinas solo busca una impacto mediático interno, efímero y transitorio y que no repara en costos económicos ni costos políticos externos y entre estos últimos lo que se sacrifica sin pudor es la posibilidad de establecer una negociación con los británicos sobre el tema a mediano o largo plazo.
Recen por mi. Y por ustedes también.
Recen por mi. Y por ustedes también.
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