martes, julio 18, 2017

Endorsement 2017. A quien y porque votamos.

Ya estamos a poco de las casi fútiles PASO. Los que me conocen saben que voy a votar, por las dudas se los aclaro: Cambiemos en PBA, lista completa.

Disto mucho de ser un troll o un fanático cambiemita, siempre he mirado al gobierno actual como un pequeño paso hacia la normalidad cívica, de la cual la Argentina ha carecido siempre.

No estoy demasiado conforme con el mismo. Nunca he tenido demasiadas expectativas, ya sea por su limitado grado de representación y peso en el Congreso y porque siempre me han parecido muy lights, demasiado temerosos de la corrección política argentina.

Soy muy consciente que el pueblo argentino no cree en la necesidad de un cambio drástico, menos aún para el lado del libremercado y algunas otras libertades económicas elementales. De ahí que el gradualismo elegido no me parece, per se, una mala opción. Posiblemente sea la única.

El problema es que gradualismo o no, no se percibe una mejoría. Macri sigue sujeto a una lógica de la cual no puede salir, o provocar un estallido con medidas draconianas o seguir languideciendo hasta un abrupto final con un populismo de buenas maneras.

Falló en el diagnóstico y faltó audacia para imaginar, diseñar y proponernos una ruta de salida, lenta pero segura de sacarnos de este marasmo, no totalmente achacable al kirchnerismo, pero si a nuestro añejo populismo en sangre.

No soy de los que cree que comunica mal. Si opino que no se atrevió ni a plantear la profundidad de la crisis ni a hacer docencia acerca de la inviabilidad e insostenibilidad del estado populista style, que tanto nos gusta.

Por eso cuando le piden una Moncloa, uno se pregunta "¿Que Moncloa si no parecemos saber adonde vamos?"

Pero reitero, votaré a Cambiemos, porque rezo para que cambien y rectifiquen el rumbo. Y porque creo que es nuestro último tranvía. No estoy tan seguro que el peronismo no vuelva a juntarse a una CFK triunfante. 

Cambiemos ha traído muchas cosas buenas a nuestra vida cívica y política, mayor libertad, mas republicanismo, mayor integración al mundo y mas atomización del poder político. Pero su magra cosecha económica le impide tomar vuelo. 

Ninguna otra opción me parece potable ni esperanzadora. Massa no puede consigo mismo y su propensión a jugadas de corto alcance u otros arranques demagógicos, Randazzo casi no existe y una vuelta del kirchnerismo sería catastrófica, salvo que la tonelada de soja llegue a U$S 700. Y dada su propensión populista, copada ahora por las expresiones mas radicales e inútiles de nuestra izquierda progre, aun así meterían la pata.

Por eso, si me leen, les pido, voten a Cambiemos. Renovemos su mandato para que lleguen al 2019. Veremos ahí si rectifican o si surge alguna alternativa racional. 

Votar hoy otra cosa, incluidos Massas y Randazzos, es votar por el populismo K.

Como siempre exhortamos: "Sepa el pueblo votar". Y sépalo bien, porque nuestro record no es muy alentador.




 

jueves, abril 20, 2017

Estimada @laalfareraok

Estimada @laalfareraOk, me has sacado de mi modorra bloguera, pero como me caes simpática procederé a responder a este tuit tuyo: 


No. No creo que los funcionarios de DDHH de la ONU o de la CIDH sean K. Mal podrían serlo muchos de ellos cuando llevan mas de 40 años militando esas ideas y menos aun cuando la adscripción del Kirchnerismo a los DDHH solo data de 2003, en una jugada de magistral oportunismo político. 

Mucha gente que milita y participa de organizaciones defensoras de los DDHH, causa mas que loable,  lo hacen genuinamente y con incuestionable buena fe. Otros cuantos, viejos participes de organizaciones terroristas latinoamericanas, encontraron en esa militancia de los DDHH una continuación política de su fracasado accionar armado. 

El muy afamado Horacio Verbitsky es un emblema de ellos, viejo participante de las FAR, devenido luego Montonero y a la sazón 2o. Jefe de Inteligencia (el jefe era Walsh, dicho sea de paso) de dicha organización, escriba de libros de la Fuerza Aérea durante la dictadura, prosiguió sus "lucha" haciendo mutis por el foro y pasando a integrar primero el CELS y luego integrándose al circo mundial de los DDHH empezando por obtener financiamiento y visibilidad en los mismísimos EE.UU., por medio de la Fundación Ford. 

En los organismos de DDHH internacionales pululan estos personales y conviven con gente, como ya te dije, de probidad absoluta y genuino compromiso. La culposidad de nuestras sociedades ha sacralizado sus opiniones, haciéndolas indiscutibles e inclusive superiores a nuestros ordenamientos legislativos.

Hoy por hoy es miembro de la CIDH el afamado Zaffaroni, ex Juez de la Dictadura y negador serial de recursos de Habeás Corpus en ese desgraciado período de nuestra historia, militante indisimulado (legítimamente) del kirchnerismo, que hace de la defensa de Milagro Sala una causa política, omitiendo el hecho que la buena de Milagro regentaba una organización delincuencial y paraestatal, alentada desde el Gobierno central, que minaba al Estado Provincial de su propio partido.

Dada mi edad, conozco muchos de estos sucesos por mis vivencias propias y hasta muchas veces, en el pasado, he optado por las opciones equivocadas. Me arrepiento de ellas y por eso justamente me enferman estos dueños de la verdad, contrabandistas ideológicos, que pretenden darnos clase de DDHH y Democracia, cuando que, justamente han despreciado a ambos durante casi toda su vida.

Buen día.