lunes, junio 29, 2015

Candidaturas, perspectivas y mi voto

Finalizado el proceso de presentación de candidaturas para los próximos comicios nacionales, la mayor sorpresa parece haber sido la ausencia de postulaciones de Cristina, la consagración de Zanini como cancerbero K a Scioli y la súbita rebelión de Randazzo.

Macri por su lado, insistiendo en su purismo falopa (malo como estrategia electoral, peor como marketing) , coloca a la mejor candidata posible dentro de su propio espacio, Michetti, cuyas dotes políticas son discutibles, pero es una figura conocida y de buena recepción en el electorado, una especie de Scioli femenina y macrista. Intuitivamente hubiera preferido un acercamiento con Massa o un Sanz en la misma, pero son definiciones que requieren ingenierías políticas complejas.

Massa por su parte, sigue padeciendo los infortunios de su campaña, producto de sus propias indefiniciones, Contra reloj, consagra un candidato, Saénz, como vicepresidente, que aunque envuelto en su reciente logro electoral como futuro intendente de Salta, patentiza el deterioro de su candidatura en estos últimos tres meses.

Perspectivas

Por ahora todo parece encaminarse a una victoria del Frente para la Ídem. Cierto humor social, el deseo de un cambio poco profundo, una importante inyección de pesos entre agosto y octubre, la inexplicable incombustibilidad de Scioli, la sensación que esto puede mantenersae ad infinitum y la maquinaria del peronismo me hacen pensar que ese va a ser el resultado de las elecciones. 

Aún así Scioli tampoco la tiene tan fácil. Las últimas elecciones en Río Negro y Mendoza no han sido precisamente favorables para él. A pesar de su presencia y el de su mujer en la campaña, el amperímetro no se movió. La designación de Zaninni y la superpoblación de Camporistas en las listas, puede inclusive llegar a jugarles e contra.

El camino de Mauricio hacia la presidencia semeja una carrera de vallas. Viene desde atrás y tiene que ir superando las mismas para ir ganando momentum. Y así poder quedar perfilado para el asalto final en octubre, previa escala en agosto.

La primera de de esas vallas fueron las PASO en la ciudad Buenos Aires, donde pudo imponer a Rodriguez Larreta como su delfín, superando el desafío que le imponía Gabriela Michetti.

La segunda prueba era imponer a Del Sel en Santa Fe después de una PASO exitosa. No pudo ser. El aparato del socialismo logró un agónico triunfo. No ha sido una mala elección y el propio Macri sacaría porcentajes mayores en agosto, pero ciertamente no ha contribuido a la construcción de su tan necesario envión triunfal.


La victoria de Mendoza le suma pero no en la forma que lo hubiera hecho Santa Fe.

Las próximas pruebas en su horizonte son las elecciones en la ciudad de Buenos Aires, donde tratará o de alcanzar la primera vuelta o de ganarlas con un margen que desaliente a su mas próximo competidor, Lousteau. 


En las ellas, además, procurará a introducir el sistema el sistema de voto electrónico así de una, lo cual ciertamente es una apuesta riesgosa, a la luz de la siempre latente posibilidad de una falla de estos mecanismos y con poco tiempo de ensayo y error para la elección en serio. Ojo, porque puede afectar su imagen de gestionador moderno. 

Dos vallas importantes, eh. Pero como vemos, Mauricio se ha transformado en un osado jugador electoral. Juro que nunca me lo hubiera imaginado.

Aún asi, creo que le va a faltar. Sobre todo, el armado en la PBA después de la ida de Cariglino. Hay que ver si puede arreglar por abajo. Bah, una expresión de deseos propios.

Pero los partidos hay que jugarlos, no hay que descartar jamás la aparición de un cisne negro o una quema de cajón.

Argentina siempre nos brinda esas sorpresas. Y como dijera a Niels Bohr "Predecir es difícil, sobre todo cuando se trata del futuro"


A quién votamos

No es ninguna novedad que el suscripto ha de votar a Macri las próximas elecciones. Habiéndose reducido las chances que Massa fuera un candidato competitivo, no parece haber otra opción que pueda contribuir más positivamente a finalizar con el intento de preservación del régimen.

A pesar de no conocer que propuestas llevará, en esta campaña generalizada de "Mentime-tácitamente-que-me-gusta-y-no-quiero-saber-como-se-hacen-las-salchichas" el sólo hecho de venderse como fiscalmente responsable, tibio limitador del estado elefantiásico, respetuoso de las instituciones y no divisivo gana mi voto. Tengo algunas cosas que objetarle, como el desvergonzado uso de la publicidad oficial, pero bué, algún sapo hay que tragarse.

Por otro lado la perspectiva de la perpetuación del kirchnerismo me parece bastante horrible. Ellos mismos se han encargado de dinamitar sus logros mas genuinos, lejanos ya en el tiempo. Han encarado un proceso de destrucción de la la institucionalidad, a la vez que sus ansías de perpetuación en el poder, los ha llevado a embarcarse en una borrachera de gasto público insustentable, que en algún momento pagaremos.

Asi como en 2011 vimos un "Vamos por Todo" no logrado mas que nada por su propia torpeza y cierta mínima reacción durante las marchas del 2012 y las elecciones del 2013, en los últimos tiempos vemos que han vuelto a las andadas con su deseo de liquidar definitivamente cualquiera independencia del Poder Judicial. Un nuevo mandato sería un doping a sus ya desmesurados deseos de acabar con la República.

Scioli como gobernante ha sido un desastre. Basta comparar lo que era la Provincia en 2007 y ahora y comparar con lo que era la ciudad de Buenos Aires en 2007 y ahora. Teniendo en cuenta además que Scioli contaba con el apoyo del Gobierno Nacional (ah! no?) y del cual Macri siempre careció. Lo de Macri no es para maravillarse pero, al lado de la PBA, es Disneylandia.

De por si su tan mentada crisis hospitalaria no es tal si la comparamos con el flujo de habitantes que se cruzan desde la provincia a la ciudad para atenderse y si hablamos de educación, comparemos la cantidad de días de huelga que tenido la ciudad y la provincia en estos ocho años.

Para completar, Scioli viene acompañado, más que acompañado, rodeado de una fuerte guardia pretoriana, de los jenízaros de la supuesta ortodoxia del régimen. Y si bien, el hecho de que sea Sciolí y no un k-ista de tomo y lomo, quien sea el sucesor,es de por sí un fin de ciclo, sería más que ingenuo a apostar a la autonomía de Daniel cuando que jamás dio muestras de poseer tal audacia. 

Particularmente, no estoy dispuesto a pagar por ver esa hipotética y poco probable metamorfosis. Y si sucede, me temo que estaremos mas cerca de la presencia de un monstruo antes que de un gobernante lúcido.

Gane quien gane, lo que viene no va a ser fácil. Ni para Scioli ni para Macri, que no solo serán hostigados por el kirchnerismo, sino que deberán remontar una herencia económica, social y política complicada.

Como siempre decimos: sepa el pueblo votar. Y sino, que Dios y la Patria nos lo demanden.

miércoles, junio 10, 2015

Liberalismo y 1910

Aclaraciones para @cmlocascio.

Liberalismo

Los liberales creemos en la República estructurada en los tres poderes convenientemente equilibrados.

Los liberales creemos en el Estado que se ocupa de proveer salud y educación a toda la población y en particular a las franjas mas humildes, sin perjuicio que el sector privado haga su aporte en lesos rubros.

Los liberales creemos en el Estado en su función de sostén del sistema de justicia. Y en las regls de juego claras y equitativas.

Los liberales creemos en el Estado como monopolizador de la fuerza y en su carácter de proveedor de bienes públicos como seguridad y defensa.

Los liberales creemos en un Estado que interviene en la Economía en forma orientativa y sutil y solos e reserva roles activos cuando el interés social lo obliga a cubrir actividades no rentables (telefonía en lugares remotos, aerolíneas para lugares de baja densidad, por ejemplo) para el sector privado o cuando su rol regulador puede ser ejercido mejor con una intervención activa (por ejemplo, energía).

Los liberales creemos en un Estado no sobredimensionado y eficiente y en una administración meritocrática del mismo.

1910

En 1910 nuestra economía era floreciente, como consecuencia de la progresiva organización nacional, que se fue dando luego de grandes y feroces luchas internas y externas, con el establecimiento de la Constitución Nacional de 1853-60, con la federalización de Buenos Aires, con la política de "paz y administración" a partir de 1880 o aun algo antes. Los cambios tecnológicos en el transporte de ultramar por barco y el ferrocarril en el continente, provocaron el gran desarrollo de la agricultura y la ganadería, con precios crecientes de estos productos en forma extraordinaria y con volúmenes cada vez mayores.

La Argentina era el país de mayores expectativas en el mundo y el 6to por ingreso per capita en 1910. El nivel del PBI llegaba en ese año a 4000 dólares de 1990 por persona, el doble del que gozaban los pobladores de España (2000 dólares de 1990 per capita) e Italia (2500 dólares de 1990 per capita). Como en la Argentina los inmigrantes obtenían mucho más ingreso que en sus países de origen, ellos vinieron aquí en grandes cantidades y, aun así, con ese aumento de población tan fuerte, el ingreso per capita se cuadruplicó desde 1810 a 1910.

Nuestro país seguía los mejores ejemplos en diversos aspectos de la vida nacional: en economía el mejor funcionamiento era el modelo inglés, de libertad de mercados, que se adoptó. En cultura se consideró el mejor modelo el francés, que trato de emularse con bastante éxito. En educación, se siguió el mejor antecedente de aquel momento, que era el americano: se trajeron muchas maestras de ese origen para acelerar los cambios y llegar a un nivel educativo elevado, lo que también atrajo al inmigrante, dado que la educación en Europa era cara y aquí, muy buena y gratuita.

Por eso, en un diccionario español de 1919 se puede leer "que Argentina es un país de alto crecimiento, destinado a rivalizar con los mas adelantados del mundo especialmente con EE UU, el gran país del norte". En 1918 en la bolsa de Nueva York (NYSE) se cotizaban nuestros bonos soberanos "Argentine Government 6% Gold Tresury Bonds" con calificación de Moody´s "A", igual que los "Switzerland 5% Gold Notes" también con calificación "A", ambos "grado de inversión".

Por supuesto no todo eran rosas y había -a la luz de nuestros valores del siglo XXI- un marcado grado de injusticia social y la democracia era limitada y escasamente participativa, cosa que empezaría a cambiar con la promulgación de la Ley Saenz Peña.

Cuando uno habla de ese paradigma no implica defender el trabajo precario o la arbitrariedad policial de la época, sino valorar que Argentina era "algo" en el contexto de las naciones, que el nivel de bienes públicos que ofrecía a su población de entonces era la envidia de países mas civilizados y que prometía un gran futuro tanto a sus habitantes como a quienes deseaban aquí radicarse.

Hemos perdido muchas de esas cosas en aras de quimeras, de ansias de repartirnos los huevos de oro  matando la gallina antes de tiempo, cediendo casi todos sus gobiernos militares, radicales, peronistas a la tentación del populismo irresponsable y al pan y circo hasta que se acabe.

Pero no son los úncos culpables. Aquellos que se aferraron a las concepciones que iban pasando de moda, que no supieron adaptarse a tiempos nuevos de mayores demandas sociales y administrarlas sabiamente, son también bastante reponsables, pues con su tozudez dieron lugar a la agitación y radicalización social.

Para que se entienda, uno no añora estar en 1910, añora ese futuro que se insinuaba en ese año que íbamos a ser capaces de alcanzar ahora y del cual nos apartamos por hacer la fácil.

Quien quiera discutir estos postulados, que lo haga, pero por favor sin anacronismos, sin chicanas y sin centrarse en la letra chica ni la ortografía de estas modestas ideas básicas.

¿Macri sobreestima el deseo de cambio?

La decisión de Macri de ir puro, de una pureza que no es tal, se basa en la estimación que cerca del 60% de la población desea, después de doce años de kirchnerismo, un cambio en la conducción del gobierno de la Nación.
Mi humilde opinión es que esa estimación, con la cual coincido, no contempla la magnitud del deseo de cambio.

De hecho, que la opción electoral con chances se limite hoy día al moderado trio Scioli, Macri y al menguado Massa, sin que CFK pueda colar un candidato auténticamente K (ni siquiera Randazzo lo es) ya implica un cambio. 

Se estaría reclamando un Kirchnerismo sin Kirchners y sus malos modales, conservar las "conquistas" y el bienestar, pero sin los gritones. Para eso nos vienen anestesiando reprimiendo al dólar y aguantando las paritarias, para volcar recursos en el placebo del consumo sin destino desde agosto hasta octubre, mientras la orquesta K sigue tocando en la cubierta del Titanic.

Si ese deseo es realizable es harina de otro costal. Pero parece ser que es EL mandato de esta elección.

Entonces la pregunta es ¿satisface Macri ese deseo de cambio parcial? 

 Dice Durán Barba que si. Yo, digo que mmm... Mas aún sin un aparato de peso en la PBA. 

Y otra mas: ¿puede Macri cambiar eso, sin el concurso de Massa? No lo se y supongo que él si debe tener alguna idea de como hacerlo, fundamentalmente cooptando al massismo (sin Massa)
 que no vuelve al FPV.

Aunque hay una a favor de Mauricio: CFK elige los candidatos restantes del FPV...


PD: Espero estar tan equivocado como cuando no crei que la apuesta por Rodríguez Larreta saldría bien o como cuando en 2013 di por liquidado el proyecto presidencial de Mauricio Macri.