La decisión de la UCR de votar en general al proyecto de expropiación de la parte de
YPF perteneciente a Repsol, para luego expresar fuertes disidencias en
particular, me vuelve a despertar, reflexiones que hace tiempo me dan
vuelta en la cabeza.
No soy radical, soy independiente
y desde ahí me permito pensar que es un error, serio, cuyas consecuencias
explicaré mas abajo.
Me extraña la actitud, porque han
sido quienes con mas vehemencia, con argumentos y con cierta contundencia han
señalado los innumerables vicios del proyecto oficial.
Sabemos que los radicales les
resulta difícil adoptar posiciones que, según ellos, los puedan asimilar a ese
“monstruo que pisa fuerte”, la tan mentada derecha. También sabemos que el nacimiento de
YPF como tal, aconteció bajo una presidencia radical, por lo cual las sienten
como una de las joyas de su mas que centenaria trayectoria.
Ese vínculo, su vieja posición de
“YPF estatal”, su defensa a ultranza de la “estatalidad” de la misma, plasmada
en la famosa suspensión hecha por Illia, de los contratos petroleros firmados
por Frondizi , que reconocen como antecedente la famosa firma del contrato de
extracción con la empresa yanqui California Oil, refrendados por Juan Domingo
Perón, los inmoviliza a tal grado que, la antedicha posición de oposición,
vehemencia argumental fundamentada, etc., etc., se ve alterada.
Deciden entonces votar, en
general, a favor del proyecto oficial. Y en particular, con serias y fundadas
disidencias. Porque no quieren que el pueblo piense ni por medio segundo que
ellos están en contra de de la estatización, pero nos recuerdan que van a dar
batalla con el tratamiento en particular, en consonancia casual con lo que
piensan sus amigos y a veces aliados o adversarios del Frente Amplio Progresista.
Resultado: al día siguiente la
presidenta, en su consabida bajada de línea vespertina y televisiva agradece a
todos los partidos que supieron dar la talla y apoyar su propuesta. La mención
a la enérgica y sostenida discusión del articulado en particular, perdida en la
noche de los tiempos .
Votarán a favor, FPV, satélites
del mismo, UCR y FAP. En contra, algún que otro PJ federal y queda algún otro
indeciso, que ya no mueve el amperímetro, como tampoco lo hacen ni UCR y FAP.
60 a 5. Repito. 60 a 5.
Ergo, la UCR aparece como casi
alineada al Gobierno, sumiéndose en una irrelevancia práctica, llamativa
porque, pesar de todos sus errores y debacles se mantienen como segunda fuerza
política organizada u orgánica a nivel nacional. Encarnan, como casi nadie, el
ideal de democracia republicana que nos legara la vapuleada Constitución del
53´. Suman senadores, diputados, gobernador e intendentes a lo largo de todo el
país, pero digamoslo con sinceridad,
desde el 89´(a pesar del canto del cisne de De la Rúa en el 99´,
fogoneado por la pelea Menen - Duhalde) no son alternativa con posibilidades para
la mas alta magistratura de la Nación.
Esa respetable fracción de centroderecha liberal republicana que corre como una sombra doliente por la pampa argentina, le agradece su contribución a su orfandad, a la cual otros actores tratan de suplir sin estructura ni orgánica.
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