Hoy conmemoramos un nuevo aniversario de la recuperación, efímera, de nuestras Islas Malvinas.
Vaya con ese recordatorio nuestro reconocimiento a quienes combatieron y a los que cayeron durante dicho conflicto.
Pero también una reflexión, mirando hacia adelante:
Dejemos de proclamar vacuamente a los cuatro vientos nuestra soberanía, a sentirnos víctimas del mundo y a pensar que con declaraciones de apoyo latinoamericanas, tercermundistas o de quien sean nos devolveran las Malvinas.
Sin desmerecer dichos apoyos, tengamos en cuenta, que mientras no seamos un país serio (serio en serio, no à la Bragueta Menéndez) en las Malvinas no flameará nuestra bandera. Eso implica desarrollo económico e instituciones serias y democráticas. Cualquier otra puesta en escena es absolutamente ésteril.
Si queremos las Malvinas, luchemos, pero en la dirección correcta y no a los gritos destemplados e irracionales
PD: el autor, es un orgulloso veterano de dicha gesta.
1 comentario:
Llega tarde, pero mis respetos por su condición de combatiente. Adhiero además a lo que dice en su post, mientras no seamos un país medianamente serio tantas cosas nos van a faltar...sobre todo el respeto que nos tengan (o dejen de tener) los demás.
Publicar un comentario