Estamos en camino a la aprobación por parte del Congreso de la normativa que permitirá la convocatoria electoral del 28 de junio, de acuerdo al designio del presidente Néstor Carlos Kirchner, del PJ.
Ya está, es una decisión convalidada ya practicamente por el Congreso. Eso no impide que uno opine es que es una grosera burla a las reglas de comportamiento democrático y republicano.
¿Porqué? Porque en lugar de cumplir con su cometido, que es gobernar, el Ejecutivo y el Poder Detrás del Trono deciden confrontar. No convocan a un diálogo para asegurar la gobernabilidad, van a revalidar títulos que de por sí tienen acordados, es decir su legitimidad y su permanencia.
Pero es tan fuerte la compulsión al autoritarismo, al no querer hablar con el otro, al deseo autocrático, que ¡zas! vamos a elecciones, con el riesgo de, aún ganando los totales nacionales, quedar con menos diputados que antes. ¿Y entonces, cual es la revalida?
Mi pronóstico es que, el 29 de junio, si Kirchner gana por un resultado que permita la ficción que el Kirchnerato ha sido plescibiscitado, tendremos una bruta devaluación y un consiguiente golpe inflacionario que nos dejará turulatos hasta marzo del 2010, con prescindencia que las principales víctimas de ello serán las clases postergadas del conurbano, oh! casualidad, la mismísima base electoral del Cris y Néstor.
No predigo ni profetizo mas por hoy, porque como un sabio pensador decía "No hay nada mas fácil que predecir, salvo cuando se trata del futuro"
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